sábado, 16 de enero de 2010

CAPITULO 32

El silencio volvió a reinar el cuarto. Ángel no se había movido un ápice de la entrada. Dani tenía el rostro vuelto hacia la ventana. Ángel alargaba su cuello para poder ver su rostro. Sabía que se había vuelto para que él no le viera... llorar. Siempre lo hacía. Siempre lo hizo. Como cuando eran pequeños. Como aquel día, que él fue a buscarle para jugar a las canicas, y se lo encontró sentado en las escaleras del portal de su casa, con la cabeza hundida entre las piernas. Le costaba mucho a Dani mostrar sus sentimiento en público. Sobre todo los tristes. Suerte que su padre se dio cuenta a tiempo y pudo dejar la bebida...

- ¿Ha pasado algo con Elena?,- Ángel se avergonzaba de hablar.

- Nada...,- el sollozo apenas le dejaba vocalizar.

Ángel decide acercarse un poco más.

- ¿Me lo cuentas?

Dani cierra los ojos con fuerza. Ángel llega hasta la cama.

- Dani...,- posa su mano en su hombro. Dani se deshace de él, volviéndose violentamente, dándole la espalda, recostándose a un lado de la cama. Como un ovillo. Como un bebé indefenso -. Dani... ¿Por qué no me has dicho nada? Somos amigos desde siempre. Puedes confiar en mí. ¿Por qué no me dijiste que tú...?,- Ángel no podía terminar la pregunta. Se sentía impotente al ver a su amigo sufrir. Sufrir por él. Se levanta y, apesadumbrado, decide salir de la habitación. Al mover el pomo, se vuelve. Dani no ha cambiado de posición. Ángel vuelve a agachar la cabeza y sale.

- ¡Ángel!

Ángel vuelve a entrar, con la esperanza reflejada en sus ojos.

- Ángel...,- la voz de Dani sonaba esta segunda vez menos angustiosa.

Ángel entra y corre junto a Dani. Le toma del brazo con cierta desesperación. Dani se queja. Le estaba agarrando fuertemente en la zona vendada.

- Dani, lo siento. No quiero que nuestra amistad se vaya al garete por una tontería. No quiero que por opiniones opuestas a lo mío con Patricia acabe con tantos años de tan buena amistad entre nosotros...

- No, Ángel... Perdóname a mí...,- Dani por fin muestra sus sentimientos -. Tienes razón. Soy un maldito egoísta. Tú estabas con Emma... Ahora con Patricia... Y yo, al ver que no puedo, sobre todo por la amistad que nos une, me desesperaba cada día más y más... Y por eso Elena me ha dejado... Hace ya poco más de un año...

- No lo sabía... Si me lo hubieras dicho desde el principio, te habría apoyado en todo. ¡Fíjate! Incluso me hubiera olvidado de Patricia y todo... Pero un año... ¿Eso quiere decir que hace un año que tú...?

- Algo más... Pero sí.

- Entonces, ¿en el programa, cuando los sketches...?

Dani se sonroja.

- Da igual,- responde Ángel rotundamente -. Eres mi amigo, y debiste decírmelo.

- Era una noticia muy fuerte. No creo que me volvieras a ver con los mismos ojos...

- Ya, pero lo habría comprendido. Porque yo también te quiero... como amigo. Pero te quiero.

Y los dos se funden en un gran abrazo lleno de sentimientos. Un abrazo que duró unos segundos, pero que ambos desearon alargarlo una eternidad. Cuando se separan, Ángel sonríe.

- Dani, si no te importa, tengo una sorpresa para ti.

1 comentario:

  1. ojala le dejase elena! xDDD
    muy buenaaa la historiaa!!
    muakk!!

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