viernes, 5 de marzo de 2010

CAPITULO 69

- Dani...,- hasta la propia Berta se asustó de la intensidad con la que ella misma contestó cuando descolgaron por el otro lado.

- ¿Qué pasa Berta?,- Dani sonaba muy jadeante.

- Esto... Dani...

- ¡Díme Berta! ¿Qué pasa?,- sonaba también muy nervioso.

- Es Patri...,- Berta comenzaba a sollozar.

- ¿Qué pasa con Patri?,- el estrés le estaba atosigando.

Berta se sienta en el suelo y llora. Dani se para y se centra en el móvil.

- Berta, cielo, ¿qué te pasa? ¿Por qué lloras? No quería enfadarme contigo, pero es que Ángel no aparece por ningún sitio...

- Ni Patricia...,- responde Berta con un hilo de voz.

- ¿A qué te refieres?

- No está...

- ¿Cómo que no está?

- Se ha ido...

- ¿Cómo que se ha ido?

- La dejé un momento sola para llamar a los hospitales y, al volver....

- Em cago en Déu,- se le oye susurrar entre dientes.

- Da...Dani...,- Berta no conseguía articular palabra. Estaba muy asustada -. También se ha llevado al pequeño...,- silencio -. Dani, ¿estás ahí?

- Sí, aquí sigo. Berta, cariño. Escucha. Tranquilízate y escucha,- Berta trata de tragarse el llanto -. Tú llama a la policía y diles que busquen a Ángel. Dales todos los detalles. Y, sobre todo, diles que desapareció hace tres días.

- Pero Dani, si fue esta mañana...

- ¡Tú hazlo!,- el grito de Dani asustó más a Berta -. Yo me encargo de Patricia, ¿vale?,- Berta asiente con la cabeza -. ¿Berta?

- Sí,- las lágrimas apenas la dejan responder.

- Nos vemos luego. Tú quédate en casa por si alguno de ellos aparece y me llamas, ¿vale? Un petó,- y cuelgan.

Dani mira en todas las direcciones sin saber. Primero su amigo, y ahora Patricia, con el niño. Es muy probable que vaya a hacer una locura. Pero, ¿por dónde empezar? ¿Dónde buscarla? Madrid es tan grande. Y, sin saber por qué, comienza a andar, a correr. Mientras, coge el móvil de Ángel y llama a Patricia.

- Veamos si llamándola desde el móvil de Ángel ella cree que soy él y me lo coge...,- pero no funciona.

Tras varios minutos corriendo sin parar por la ciudad, llega a una pequeña plaza tomada por un parque infantil. Está desierto, salvo por una figura sentada en uno de los bancos. Dani se queda parado, mirándola fijamente.

- Patri...,- susurra al tiempo que comienza a correr hacia ella -. ¡Patricia!

Cuando llega junto a ella, se arrodilla, ayudado por el resbalón en la arena. Le mira a los ojos, gachos. Le toma de los brazos.

- Patricia,- Patricia lloraba desconsoladamente -. Patricia. Soy yo, Dani. Patricia. ¿Me oyes? ¿Y Ángel? ¿Dónde está tu hijo?

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